Los primeros días es importante reducir o dejar de realizar la actividad que causó la tendinitis, para controlar el nivel de inflamación. Al ser la inflamación un proceso necesario que realiza nuestro cuerpo para reparar el tendón, es normal experimentar una inflamación que puede durar entre 3 y 7 días. Cuando la inflamación sobrepasa ese tiempo de recuperación, el tratamiento de fisioterapia es indispensable para la recuperación de la lesión. En la fase aguda de la lesión, se optará por técnicas de tratamiento que reduzcan la inflamación que lleva presente más tiempo del que debería, así como técnicas de tratamiento muscular sobre el vientre de los músculos comprometidos en el caso. Entre ellas destacan el tratamiento por radiofrecuencia o diatermia, con frecuencia medias-bajas, muy efectivo en la mayoría de los casos. También se puede utilizar otras terapias, como ultrasonidos y crioterapia. En cuanto al tratamiento muscular, se utilizarán técnicas manuales, punción seca, epte con ecógrafo guiado y estiramientos leves sobre el músculo; acompañados de movilizaciones pasivas y asistidas de la articulación. En las siguientes sesiones se comenzará con la introducción de trabajo muscular, siendo muy importante en las tendinitis el trabajo excéntrico muscular, una modalidad de contracción muy efectiva en la recuperación del tendón. Un tratamiento de fisioterapia temprano es esencial para que la lesión no vaya a más. De todas formas, existen diversas técnicas de fisioterapia que pueden iniciar la recuperación de un tendón que lleva lesionado un largo periodo de tiempo. Si se trata de un caso crónico de tendinopatía, en algunas ocasiones habrá que provocar una inflamación controlada del tendón para que la fase de cicatrización y reparación del tendón se reinicie y se pueda comenzar con el proceso de recuperación desde cero. También se ha de tener en cuenta que en algunas ocasiones, la recuperación de las tendinitis es más lenta que la recuperación de otras lesiones.