La ansiedad puede afectar negativamente el rendimiento de los deportistas profesionales, lo cual puede afectar su rendimiento. La ansiedad se caracteriza por manifestaciones físicas y síntomas externos como sudoración de las manos, nerviosismo, dificultades para dormir, mareos, sequedad bucal, falta de concentración, sensación de ahogo y tensión muscular, entre otros. La ansiedad no siempre es perjudicial y puede incluso mejorar el rendimiento deportivo si se gestiona adecuadamente. El ejercicio físico ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir los niveles de ansiedad y mejorar el bienestar mental en general. Durante el ejercicio, el cuerpo libera hormonas que generan una sensación de bienestar y ayudan a reducir la ansiedad. La ansiedad puede afectar el rendimiento deportivo.