El CrossFit es uno de los deportes más duros que podemos practicar, y su método de entrenamiento es cada vez más popular entre los aficionados al gimnasio. El entrenamiento se compone de cinco movimientos. Un ejercicio se va repitiendo, y vamos añadiendo uno nuevo por cada ronda. Comenzamos con 10 burpees, seguidos inmediatamente de otros 10 burpees y 23 flexiones. Después, repetimos ambos ejercicios, pero añadimos 50 zancadas y, al terminar, 100 abdominales. El último ejercicio que haremos serán 150 sentadillas. Hacemos una sentadilla y apoyamos las manos en el suelo, entre nuestros pies. De un salto, echamos los pies hacia atrás, hasta estar en posición de plancha, para después bajar el pecho hasta el suelo. Subimos estirando los brazos y, de un salto, llevamos los pies hacia delante, antes de saltar en el aire con las manos por encima de nuestra cabeza. Nos bajamos a posición de plancha, apretando el core y apoyando las manos justo por debajo de nuestros hombros. Doblamos los codos para bajar el pecho hasta el suelo y, sin separarlos de nuestro cuerpo, empujamos hacia arriba de forma explosiva. Es uno de los ejercicios de tren inferior más populares. Nos ponemos de pie tras las flexiones, damos un paso hacia delante con una pierna, y doblamos la rodilla de la trasera hasta que toque el suelo. Volvemos a la posición inicial de manera explosiva, hacemos una pausa y repetimos el movimiento con la pierna contraria. Nos sentamos en el suelo con las piernas dobladas y las suelas de nuestros zapatos juntas. Nos tumbamos con las manos apoyadas por detrás de la cabeza. Apretando los abdominales, subimos hasta tocar los pies con las manos. Bajamos de forma lenta y controlada y repetimos. Nos ponemos de pie de nuevo, echamos las caderas hacia atrás y doblamos las rodillas, bajando hasta que nuestros muslos estén paralelos al suelo. Empujamos y subimos hasta estar de pie de forma explosiva. Este entrenamiento es una prueba de que, para desafiarnos a nosotros mismos, no es necesario usar equipamiento complicado.