Los criterios propuestos buscan promover opciones alimentarias más saludables y sostenibles, ya sea preparadas y servidas en comedores, a través de servicios de catering o en máquinas expendoras.
Se presta atención a las prácticas agrícolas sostenibles y a las cadenas de suministro cortas, así como a las condiciones de trabajo y a la inclusión de los grupos vulnerables.
Los criterios propuestos abarcan la agricultura ecológica, productos justos y éticos; pesca más sostenible; bienestar animal; prevención del desperdicio de alimentos; y formación del personal.
Los nuevos criterios destacan la necesidad, tal como recomiendan las directrices nutricionales nacionales, de adoptar una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas, reduciendo al mismo tiempo el consumo de sal, azúcares libres, grasas saturadas, alcohol y carnes rojas y procesadas.
Tanto el medio ambiente como la salud pueden beneficiarse de estos cambios en la alimentación.
Se debe prestar especial atención a la población objetivo de los contratos de adquisición, incluyendo a personas vulnerables como niños, adultos mayores o pacientes hospitalizados.
Promover una nutrición adecuada según la edad es fundamental para prevenir las enfermedades no transmisibles.
El informe describe herramientas de apoyo para la implementación, como una evaluación del ciclo de vida para evaluar los impactos ambientales; directrices y estrategias para los criterios nutricionales; y seguimiento y evaluación.
El enfoque exhaustivo analiza aspectos ambientales, sociales, económicos y de salud, incluyendo el bienestar animal y la alimentación en los comedores ecológicos inclusivos.
Esto garantiza flexibilidad a los responsables políticos y a las autoridades contratantes, quienes pueden elegir e implementar los criterios de contratación pública sostenible que mejor se adapten a sus necesidades.