En la señalización, garantizar que todas las personas puedan orientarse con facilidad no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también refuerza el compromiso de una empresa con la inclusión y la igualdad.
El alto relieve, por su parte, refuerza la accesibilidad para personas con discapacidad visual parcial o dificultades motoras.
A menudo se combina con el braille para maximizar la funcionalidad de la señalización, creando una experiencia accesible para un mayor número de usuarios.
Además, el diseño de estas señales requiere un enfoque estratégico: los materiales deben ser duraderos para resistir el uso constante, y la ubicación de las señales debe ser cuidadosamente planificada para garantizar que sean fáciles de encontrar y usar.
Este enfoque técnico y humano no solo cumple con normativas de accesibilidad, sino que también refleja un profundo respeto por la diversidad y las necesidades de todas las personas.
En definitiva, invertir en señalización accesible es una forma de demostrar que un espacio está diseñado para todos.
Más allá de cumplir con las normas, es una oportunidad para marcar la diferencia, ofreciendo soluciones que promuevan la igualdad, la comodidad y la seguridad.