La terapia miofascial proporciona una serie de ventajas para el cuerpo y la salud, como la reducción del dolor, aliviar molestias musculares y articulares al liberar tensiones y nudos en la fascia, lo que mejora la movilidad y disminuye las sensaciones dolorosas. Aumento de la movilidad y flexibilidad: Al liberar las restricciones en la fascia, se favorece una mayor flexibilidad y rango de movimiento, lo que facilita la realización de actividades cotidianas y deportivas con mayor comodidad. Reducción del estrés y la ansiedad: Al liberar la tensión acumulada en los tejidos fasciales, esta terapia puede contribuir a la disminución del estrés y la ansiedad, promoviendo una sensación de relajación y bienestar. Mejora de la postura: Al corregir desequilibrios musculares y mejorar la movilidad articular, se favorece una mejor alineación corporal y postural, lo que reduce la tensión en la espalda y el cuello. Prevención de lesiones: Mantener la fascia en buenas condiciones y reducir las tensiones musculares puede ayudar a prevenir lesiones musculares y articulares, promoviendo un cuerpo más resistente y menos propenso a sufrir lesiones.
La eliminación de las restricciones permite restablecer el equilibrio corporal, eliminar síntomas dolorosos y recuperar la función del aparato locomotor. Al aplicar las técnicas realizamos una estimulación del tejido conectivo. Mejoramos la circulación de los anticuerpos, incrementamos el suministro sanguíneo hacia los sitios de la restricción a través de la liberación de la histamina, una correcta orientación en la producción de fibroblastos, un mayor suministro de la sangre hacia el tejido nervioso acelerando así el proceso de curación.
Pueden beneficiarse de la terapia Miofascial aquellas personas con algias vertebrales, lumbociáticas, disfunciones de origen tendinoso, hombro doloroso, fibromialgia, tratamientos de recuperación postquirúrgica, fascitis plantar, cicatrices postraumáticas y postquirúrgicas, disfunciones de la ATM, síndrome latigazo cervical, entre otros.