El core aporta estabilidad al cuerpo en la realización de las diferentes tareas a las que nos podamos enfrentar en el día a día, ya sea en una acción cotidiana como puede ser abrir una puerta, o en la ejecución de un gesto deportivo.
Esta estabilidad nos va a proteger de muchas lesiones sobre todo a nivel de raquis.
Además, una vez detectada alguna anomalía en la espalda como puede ser una protrusión, una escoliosis, o un aumento desmesurado en alguna de las curvaturas fisiológicas de la espalda, el trabajo muscular de la zona media, va a desembocar en una postura más erguida, mejorando nuestra higiene postural.
Así, evitamos el dolor producido por la patología diagnosticada.
La estructuras músculo-tendinosas que forman el core, se han revelado como fundamentales a la hora de trasmitir la fuerza de una manera eficiente desde los miembros inferiores hasta los superiores, siendo los conectores, nexos o puntos de unión, que permiten que la cadena cinética aproveche todo su potencial, evitando en la mayor medida de lo posible, la pérdida de fuerza generada desde los miembros inferiores.
Con máquinas inerciales, como EPTE Inertial Concept, puedes realizar todos los ejercicios de un entrenamiento con poleas gravitatorio, pero con la ventaja de generar una sobrecarga excéntrica, que permitirá una mayor activación muscular.
Esto es muy buscado por los entrenadores para el rendimiento deportivo y para la prevención de lesiones.