Mayoritariamente habrá que ingerir hidratos de carbono o carbohidratos.
Hay que tener en cuenta que los hay de diferentes tipos: los de absorción rápida y aquellos que tienen una absorción más lenta.
Por ello, es importante vigilar con el timing de la ingesta pre entrenamiento.
No nos servirá un carbohidrato de absorción lenta media hora antes del entrenamiento, pues nuestro cuerpo aún no lo habrá podido asimilar.
Se recomienda comer unas 2-3h antes.
Si por cualquier motivo es necesaria la ingesta 30 min-1h antes, habrá que utilizar carbohidratos de rápida absorción.
Tostada de pan blanco con membrillo, mermelada o miel, añadiendo un poco de queso fresco
Dátiles u orellanas
Frutas como el plátano, que es sencillo y práctico
Bolsas de fruta deshidratada, como el mango
Yogur con cereales y fruta
Pastel de avena y plàtano
Una vez finalizado el entrenamiento, llega el importante momento de la recuperación.
Se recomienda la ingesta de proteínas y carbohidratos principalmente.
Snacks como queso fresco o batidos con fruta
Tortilla o huevo y una tostada, si le añadimos una fruta sería un desayuno post entreno muy completo.
Si se acerca la hora de comer o cenar, podríamos hacer pescado azul, verduras y moniato al horno
O bien, una ensalada con arroz, salmón, aguacate, tomate, lechuga, maíz, zanahoria… elige el que más te agrade.
También se pueden añadir antiinflamatorios y antioxidantes.
Destacar de nuevo la importancia de la rehidratación.
Después de un entrenamiento en ayuno, será muy importante la recuperación.
Habrá que ingerir proteína, ya sea a través de un batido o mediante alimentos ricos en este nutriente.