La nutrición deportiva es fundamental para suplir las necesidades de nuestro cuerpo, especialmente si practicamos deporte de forma habitual. De nada sirve entrenar horas y horas o seguir una rutina muy pautada en cuestión de ejercicio si nuestra alimentación no sigue la misma línea. Para que nuestra nutrición sea correcta y se adapte a nuestra actividad deportiva, se deben considerar todas las fases del entrenamiento: antes, durante y después. Los alimentos de los deportistas deben ser ricos en hidratos de carbono, vitaminas y minerales, garantizando un gran aporte de energía a nuestra musculatura, y la fatiga se reducirá.
Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía de un deportista, sin embargo, hay que procurar tomar la cantidad adecuada y, si es posible, mejor integral, ya que la carga glucémica es menor y la energía se distribuirá de manera progresiva. Las grasas saludables (monoinsaturadas y poliinsaturadas) son esenciales para nutrir nuestro cuerpo. Las proteínas son probablemente las protagonistas del deporte, y siempre se habla de proteínas sin tener en cuenta que únicamente hay que ingerir entre 1.2 y 1.5 gramos de proteína por cada kilo que pesemos.
Recuerda hacer cinco comidas cada día, cada tres o cuatro horas, y antes y después de entrenar es importante que proporciones energía a tu cuerpo. Finalmente, recuerda hidratarte durante todo el día, bebiendo entre un litro y medio y dos de agua, y también puedes hacerte tés, infusiones o zumos de frutas naturales.