La condición física está muy relacionada con el grado de independencia de las personas a lo largo de su vida. Lo que podemos observar es, como las personas que no «hicieron los deberes» tanto en su niñez como en otras etapas de su vida, es decir, no hubo un nivel adecuado ni de ejercicio ni de actividad física, llegarán tempranamente a una situación de dependencia, que, inevitablemente, lleva a la muerte prematura o a una peor calidad de vida.
Por lo tanto, contar con la ayuda de un profesional que nos enseñe a regular nuestra alimentación en función de nuestras necesidades es un punto muy importante a la hora de mejorar nuestra salud, prevenir (o por lo menos, intentar prevenir) ciertas enfermedades y ayudarnos a estar más cerca de lograr nuestros objetivos, en cuanto al rendimiento físico y mental.
La pregunta del millón… ¿Es más importante la actividad/ejercicio físico o la alimentación?
Una persona que se alimenta genial, pero es poco activa, o, una persona que es súper activa físicamente todos los días, pero se alimenta a base de ultra-procesados.
Entonces…. ¿Tiene sentido darle porcentaje a cada variable? NO
Pues yo digo que esos dos casos prácticos, están al mismo nivel.
Bueno, al menos están mejor que aquellos que no controlen ni lo uno ni lo otro….
Pero mejorando estos dos aspectos a la par, 100%-100%, os aseguro que nos convertimos en una versión increíblemente mejor de lo que seriamos sin potenciar ninguna, o solo una.
Cada apartado tiene su 100%.
Incluso a la vejez sin necesitar ayudas externas para su día a día, ya que su nivel de EJERCICIO FÍSICO les ha ayudado a poder mantener una ACTIVIDAD FÍSICA de forma idónea.