Es importante que mantengas un buen equilibrio tanto en la elasticidad como en la fuerza aplicada cuando vayas corriendo. Debes estar atento a la simetría de contacto entre ambas piernas, es decir, que trates de correr de la forma más simétrica posible, con zancadas de la misma longitud y elevando ambas piernas hasta la misma altura. Evita las descompensaciones, son perjudiciales y provocan muchas de las lesiones en las articulaciones más comunes.
Las zapatillas también influyen en las lesiones de articulaciones, por eso recomendamos que, si te gusta el running, inviertas en unas zapatillas de gama alta que se adapten perfectamente a tu tipología de pie. Seguro que te ahorrarás algún disgusto. Descansa cuando sea necesario, no pasa nada porque no salgas un día o dos a correr, lo primero es que tus articulaciones estén recuperadas. Entrena siempre lo que puedas, tener la cabeza fría y hacer un ejercicio constante y progresivo, sin caer en el error de correr un día el doble si el anterior te saltaste un entreno.
Es fundamental que te prepares antes de cada entrenamiento y que recuperes cuando hayas acabado, la recuperación es tan importante como el calentamiento, si recuperas bien, la musculatura habrá podido reconstruirse adecuadamente de entrenos anteriores y las articulaciones sufrirán menos, al apoyarse en un tejido muscular más fuerte. La preparación de las articulaciones para un entrenamiento o una competición debe estar en consonancia con la distancia que vayamos a recorrer, lógicamente, no es lo mismo una carrera de 10 kilómetros que una maratón.
Debes hacer movimientos rotatorios, en los que la articulación se vaya moviendo en pequeños círculos sobre sí misma, tendrás que hacer al menos diez repeticiones con cada pierna, así como algunas con los codos, porque cuando corremos también los movemos. Lo siguiente será un calentamiento progresivo, para que los músculos comiencen a coger temperatura, pero no fuerces ni hagas sprints, estas acciones no son buenas para las articulaciones, y no forman parte de un calentamiento correcto, por lo que pueden provocar desgarros musculares y otros problemas. Y recuerda, recuperar es tan importante como calentar, una buena recuperación previene muchas lesiones, y es el primer paso para salir a correr el día siguiente en perfectas condiciones.