Al final de la gestación los impedimentos físicos son mayores, y éste es el momento de no realizar ejercicio embarazada. Durante el primer trimestre el riesgo de aborto es mayor, por lo que se deben evitar los esfuerzos agotadores, sobre todo si se han tenido abortos previos o pérdidas. En el segundo trimestre el riesgo disminuye, pero el volumen de la tripa empieza a molestar. Aún así, algunos suaves como andar, realizar estiramientos o ejercicios sencillos de yoga o Tai Chi siguen siendo estimulantes y beneficiosos. También hay que parar si te sientes cansada, mareada, tienes palpitaciones, te falta el aire o sientes dolor en la espalda o en la pelvis. Además, interrupción de la práctica deportiva si experimentas dolor en la espalda o en la pelvis, dolor abdominal intenso, debilidad muscular o sangrado vaginal. Por otro lado, también deberás interrumpir la práctica deportiva si tienes cefaleas, dolor de cabeza persistente, alteraciones de la visión, palpitaciones o si sientes que te falta el aire. Debemos evitar el ejercicio cuando haga mucho calor, reducir los entrenamientos si hay molestias y parar si te sientes cansada, mareada, tienes palpitaciones, te falta el aire o sientes dolor en la espalda o en la pelvis.