El tipo de ejercicio dependerá de cada uno, la única condición es que se disfrute haciéndolo y sea un rato agradable. De forma general, como ya se ha especificado, se evitarán ejercicios tumbada boca arriba, así como ejercicios de lucha o con riesgo de impactos o caídas. Los ejercicios más aconsejables son caminar, bicicleta estática, elíptica, natación, aqua-gym, steps y ejercicios aeróbicos de baja intensidad. Los ejercicios tipo jogging o carreras pueden acabar provocando molestias por sobrecarga de ligamentos y tendones. Los ejercicios en agua son ideales por su bajo riesgo de impactos físicos. El segundo trimestre es el mejor momento para iniciar un programa de ejercicio o para aumentar las demandas de la rutina habitual de ejercicio. Es necesario realizar las siguientes fases con el fin de no lesionarte: Fase de calentamiento, Fase de ejercicio cardiovascular o aeróbico y Fase de relajación. La frecuencia e intensidad del ejercicio en embarazadas deben ser al menos tres veces a la semana en sesiones de 15-30 minutos, para mantener u obtener beneficios reales del ejercicio durante el embarazo. Durante el segundo trimestre se puede realizar hasta cinco veces a la semana. Para determinar si la intensidad del ejercicio es correcta, se puede realizar la prueba de la charla, es decir, debería ser capaz de mantener una conversación durante el ejercicio y no tener sensación de falta de aire.