Las posturas de torsión cerrada no son recomendables para las embarazadas, ya que no dejan el suficiente espacio al bebé.
Durante el embarazo hay posturas que no se pueden hacer por una cuestión logística.
El abdomen aumenta de volumen así que quedan descartadas las posturas en decúbito prono, así como las torsiones cerradas, es decir, aquellas en las que giramos hacia la misma pierna, porque el abdomen chocará con ella.
Posturas con extensión de columna como la postura del camello o urdhva dhanurasana no es necesario evitarlas por completo, sino modificarlas con un balón de pilates.
La zona lumbar, debido al aumento del peso y volumen en la zona abdomino-pélvica, se ve en una situación aún más vulnerable de lo habitual.
Así que se recomienda realizar las posiciones de extensión de la columna con soporte, como por ejemplo un bólster o un balón de pilates, evitando aquellas flexiones posteriores que expongan a las lumbares a una carga excesiva.
La posiciones invertidas, si ya se venían practicando y a la futura mamá le apetece seguir con ellas, adelante, sin embargo, señala que si no las has practicado antes quizás no sea el momento para ponerte a hacer malabares con el cuerpo.
Algunas posturas invertidas que puedes practicar y que aconseja la instructora, son viparita karani en vez sirsasana o adho mukha vrksasana.