Principiantes: 3 días a la semana de entrenamiento de fuerza o combinando cardio con ejercicios de resistencia.
Intermedios: 4-5 días a la semana, alternando entrenamientos de alta y baja intensidad.
Avanzados: 5-6 días de entrenamiento, segmentando músculos o capacidades físicas específicas.
O menos días de entrenamiento, con intensidad elevada.
No hay una respuesta universal a la pregunta de cuántos días se debe entrenar para ver resultados, ya que esto dependerá de los objetivos, la organización y las características individuales.
Lo más importante es mantener la constancia y encontrar un ritmo de entrenamiento sostenible a largo plazo.
Cada persona responde de manera diferente al ejercicio, dependiendo de su nivel de experiencia, condición física y metabolismo.
Un principiante puede ver resultados entrenando tres veces por semana, mientras que alguien con más experiencia podría necesitar cuatro o cinco sesiones semanales para seguir progresando.
Independientemente de la frecuencia de entrenamiento, el descanso es igual de importante que el ejercicio.
Días de descanso activo pueden mejorar la recuperación y el rendimiento en futuras sesiones.
Además, la alimentación y el sueño juegan un papel clave en los resultados.