El 98% de los profesores sólo recibía esta respuesta: satisfactorio.
Si mi entrenadora de bridge sólo me dijera satisfactorio, no tendría esperanza de mejorar, ¿cómo saber quién es mejor?
¿Cómo saber qué estaba haciendo diferente?
Sin retroalimentación, sin entrenamiento, simplemente no hay manera de mejorar.
Bill Gates sugiere que incluso los grandes profesores pueden mejorar si reciben una retroalimentación inteligente;
A pesar de la dificultad que entraña esta técnica, los beneficios son extraordinarios, en primer lugar, fortalece el compromiso, refuerza las relaciones profesionales y el sentimiento de equipo, los profesionales sienten que son parte del negocio y se implican más si participan activamente en los procesos de la empresa.
Mejora el rendimiento de la organización, la productividad aumenta cuando las opiniones de los empleados son tenidas en cuenta y pueden contribuir a los objetivos de la organización.
Permite potenciar los puntos fuertes y desaprender aquellos hábitos menos eficaces, el intercambio de ideas y opiniones posibilita la detección de nuevas oportunidades para desarrollar aptitudes y habilidades, fortaleciendo así la autoestima y seguridad de los empleados y fomentando que se mantengan en el tiempo las mejores prácticas.
Finalmente, puede ser realmente útil para desarrollar estrategias y acciones ante situaciones adversas, ya que los propios empleados son los que están más cerca de los problemas y los que mejor pueden solucionarlos.