El feedback en el deporte es un componente unificador importante en toda relación y ámbito deportivo no es la excepción.
Promueve al desarrollo de conocimientos y la comprensión compartida sobre diversos temas y forma la base para iniciar, mantener y terminar la relación entrenador-deportista.
El Feedback no es solo charlar de la vida cuando se encuentra un ratito libre, sino que además es central en la tarea del entrenador, ya que sin un buen feedback no hay entrenamiento posible.
Sin esta retroalimentación que provee información sobre la actuación del deportista es prácticamente imposible aprender y perfeccionarse.
Además, es a partir de este feedback que se puede brindar no solo información objetiva sobre el desempeño sino además palabras de aliento, centrales para fomentar una mayor cohesión, sostener y aumentar el esfuerzo, desarrollar la autoconfianza, etc.
Teniendo en cuenta la importancia del feedback, dentro del cual ubicamos también a los refuerzos y castigos, es importante tener en cuenta algunos principios que nos acercan a una comunicación más efectiva.
Las personas respondemos más al feedback positivo que al negativo.
Hay que ser lo más claro y acotado posible, especificar qué conducta estuvo correcta y en qué momento, para intentar que se repita en un futuro.
No demorar en dar feedback, si algo se hizo bien conviene decirlo seguido de la acción, lo antes posible.
La falta de honestidad puede minar la credibilidad.
Cuando recién se está aprendiendo una habilidad es cuando debemos brindar feedback para construir la confianza, motivación e indicarle al deportista que va por el buen camino.
Aplaudir el buen resultado es importante, apoyar y felicitar el esfuerzo, aun cuando no se logró el resultado esperado, también.