La temporalización entre los estímulos de entrenamiento y la interacción entre unos y otros.
En la práctica, cuanto más largo sea el periodo que queramos planificar, menos aplicabilidad tendrá el plan.
Lo importante no es tanto tener una detallada planificación anual o mensual, sino focalizar nuestra atención y esfuerzos en la programación del microciclo y las sesiones individuales de entrenamiento para hacer de la planficiación algo práctico y efectivo.
La única cosa por encima de todo sobre la que hay que basar la filosofía del entrenamiento es asegurarse de que cada entrenamiento sea diseñado para que cada atleta reciba el estímulo perfecto en ese mismo momento.
Si este es nuestro objetivo, entonces planificar días, semanas y meses no sólo es una locura, sino que bordea la irresponsabilidad.
Un plan de entrenamiento es una mentira necesaria, ya que lo importante no es el plan, sino el atleta.
Los planes están para cambiarlos, así que no conviene perder más tiempo del necesario en ellos.