Su función principal es ayudar a regenerar adenosine triphosphate (ATP), la fuente de energía inmediata que el cuerpo utiliza durante actividades físicas de alta intensidad y corta duración, como el levantamiento de pesas, el sprint o el entrenamiento de alta intensidad.
La principal mecánica de acción radica en su capacidad para aumentar la disponibilidad de fosfocreatina en los músculos, un compuesto esencial en la regeneración de ATP (adenosina trifosfato), que es la principal fuente de energía en el cuerpo humano, lo que permite realizar entrenamientos a una mayor intensidad, durante mucho más tiempo.
Durante entrenamientos cortos pero intensos, como el levantamiento de pesas o el sprint, el ATP se consume rápidamente, y la fosfocreatina ayuda a regenerar el ATP casi al instante, actuando como una reserva de energía que permite a los músculos mantener su rendimiento.
Aumenta la energía durante ejercicios de alta intensidad.
Mejora la fuerza y el poder.
Fomenta el crecimiento muscular.
Apoyo en la recuperación muscular.
La hidratación celular inducida por la creatina mejora la reparación del tejido muscular, lo que permite a los atletas entrenar con más frecuencia y reducir el riesgo de lesiones por sobreentrenamiento.
La creatina promueve la retención de agua dentro de las células musculares, creando un entorno anabólico que estimula la síntesis de proteínas y reduce el desgaste muscular.
Al aumentar la disponibilidad de ATP, los atletas pueden realizar más repeticiones, levantar más peso o sostener un esfuerzo físico intensivo durante más tiempo.
Esto, a largo plazo, se traduce en un aumento significativo de la fuerza y el poder muscular.