La investigación abordó un amplio espectro de posibles efectos adversos, entre ellos:
Problemas gastrointestinales
Calambres musculares
Dolores de cabeza
Mareos y náuseas
Problemas renales y hepáticos
Alteraciones del sueño
Otros efectos menos comunes como problemas cardiovasculares, reproductivos, metabólicos, y más.
Los resultados revelaron que, estadísticamente, solo dos tipos de efectos secundarios fueron más frecuentes en personas que consumieron creatina:
1. Problemas gastrointestinales (malestar estomacal, diarrea, náuseas):
Reportados en el 4,9% de estudios con creatina, frente al 4,3% en placebo.
A nivel individual, la diferencia real no fue significativa (5,51% creatina vs. 4,05% placebo).
2. Calambres musculares:
2,9% estudios con creatina vs. 0,9% con placebo.
En la práctica, solo 0,52% de personas suplementadas con creatina reportaron estos efectos, frente al 0,07% con placebo, lo que tampoco alcanzó significancia clínica real.
Los escasos efectos adversos reportados son leves, poco frecuentes y similares a los observados en grupos placebo.