La importancia de los chequeos médicos se relaciona a que a muchas patologías o enfermedades es más fácil darle un tratamiento, o incluso curarlas, durante sus fases iniciales, que cuando ya están en una etapa avanzada.
Los chequeos médicos, también conocidos como check-up, dependen de la edad de la persona, así como de su sexo y actividad diaria.
Esto se debe a que un niño no tendrá el mismo tipo de chequeo que un hombre de 60 años, porque dependiendo de la edad y otras características, predominan ciertos padecimientos.
Una vez que se han cumplido los 30 años, es buena idea realizar un chequeo médico general que incluya análisis de sangre y de orina, que permitirá identificar si hay un buen funcionamiento en el organismo.
A partir de este momento, la recomendación es, si todo está en orden durante el chequeo, que se realice una vez al año o cada dos años.
En caso de que se perciban resultados anormales, el médico decidirá la frecuencia de estas revisiones y el seguimiento.
Dentro de los principales estudios que se realizan están:
Biometría hemática, que evalúa información de las células de la sangre.
Química sanguínea, se analizan los elementos en el suero sanguíneo, existen diferentes tipos de pruebas que evalúan o los componentes básicos o hasta cada uno de los componentes sanguíneos.
Examen general de orina, que determina el nivel de salud del organismo al analizar los componentes de la orina.
Pruebas inmunológicas, que son diferentes pruebas individuales que ayudan a detectar el virus de la inmunodeficiencia humana, virus del papiloma humano, hepatitis B o C, antígeno prostático, etc.
Radiografía de tórax, que evalúa el estado de los pulmones, el corazón y la pared torácica.
Espirometría, que analiza la función respiratoria y evalúa el daño pulmonar en caso de que haya.
Electrocardiograma, que registra la actividad eléctrica y el funcionamiento del corazón.
Chequeo en mujeres, las mujeres tendrán algunos chequeos adicionales como el examen pélvico, examen para detectar cáncer cervical y revisión de mamas.