¿Qué beneficios tiene la evaluación?

La evaluación debe verse como una gran inversión en aprendizaje. En un mundo cambiante y complejo, aprender sobre el funcionamiento de nuestras sociedades y las consecuencias de nuestras decisiones es siempre una estrategia inteligente. Más allá de su papel como palanca de aprendizaje, la evaluación tiene una gran utilidad social. Aporta conocimiento útil sobre las políticas más beneficiosas, permitiendo así enfocar los esfuerzos en la resolución de los problemas más acuciantes. La información es poder, y a más información, mejor toma de decisiones. La evaluación permite a los/las decisores/as decidir en base a la evidencia, minimizando los errores y maximizando las posibilidades de éxito de cualquier iniciativa. La evaluación permite identificar las posibles mejoras, así como priorizar las políticas más eficaces y eficientes. La evaluación beneficia a la sociedad en su conjunto, sirviendo como interlocutor entre una ciudadanía participativa, unas administraciones innovadoras y transparentes y una cultura avanzada del conocimiento y de la digitalización.

Los procesos de evaluación proporcionan diez beneficios que las empresas y sus profesionales pueden aprovechar. Gestionar el talento: Los procesos de evaluación del rendimiento laboral permiten detectar y premiar a los empleados que demuestren mejores capacidades, actitudes y conocimientos para desarrollar planes de carrera enfocados a mejorar su desarrollo profesional y aprovechar al máximo su potencial. Además, permiten detectar aquellos que resulten menos productivos o comprometidos con sus organizaciones y establecer planes de acción acordes con sus puntos de mejora. La motivación es el componente esencial en este tipo de políticas corporativas. Establecer indicadores de recursos humanos: La evaluación sitúa los conocimientos y competencias de los empleados en el centro de la gestión del talento, nutriendo de información relevante a otras áreas de recursos humanos como la selección, formación, compensación y planes de carrera, lo que permite el establecimiento de indicadores para una mejor toma de decisiones en el área en esta área. La mejora continua es el segundo gran mandamiento a aplicar en este ámbito. Detectar tendencias: A través del análisis de los resultados de evaluación de desempeño por grupos de trabajo, es posible establecer relaciones directas con los indicadores de recursos humanos para analizar aspectos como la satisfacción de los empleados, el nivel de absentismos o el número de bajas voluntarias. En este punto, la inteligencia artificial es una gran aliada, pues ayudará a predecir comportamientos e inclinaciones de los profesionales a la hora de afrontar su trabajo. Analizar la evolución histórica del rendimiento: Es importante examinar el impacto que pueda haber tenido sobre el empleado los planes de acción definidos como consecuencia de evaluaciones de desempeño anteriores. De este modo, se obtendrá una visión global de todo lo que puede influir en su desempeño como los cursos recibidos, las promociones, los cambios de responsable, etc. Cualquier factor exógeno puede afectar a la productividad de los empleados, y el bagaje formativo y emocional juegan un papel clave. Ahorro de costes y aumento de la rentabilidad: Las herramientas de evaluación del desempeño permiten rentabilizar y medir la ejecución de los planes establecidos, obtener retorno inmediato de la inversión realizada y disponer de información del impacto real en el negocio. Además, contribuyen a mejorar la cualificación y productividad de los empleados y, como consecuencia, la rentabilidad de la empresa. Un negocio rentable, es un negocio con futuro. Optimizar el sistema retributivo: Medir el rendimiento de los empleados y establecer planes de compensación adecuados a cada uno de ellos en función a su aportación individual al negocio, evita desajustes en la remuneración, una fuente habitual de insatisfacción en las organizaciones. El empleado equipara su nivel de relevancia y significación dentro la compañía en función de su nómina, cada vez más presionada por factores externos como la inflación galopante actual. Alinear las competencias de los empleados con las necesidades reales del negocio: Esto posibilita el diseño de sus planes de carrera, sucesión, formación, movilidad, etc. acorde a los objetivos estratégicos marcados por la dirección de la compañía. Sin una estrategia liderada desde los comités de dirección es difícil llevar a buen puerto este objetivo de carácter transversal para toda la organización. Reforzar el compromiso de los empleados: Un proceso de evaluación de desempeño debe ser transparente para todas las áreas de una organización. Esto fomentará la implicación de los empleados y su contribución a la definición de los objetivos y resultados del negocio. En la actual situación de desempeño laboral híbrido, resulta más estratégico todavía este aspecto, pues con el teletrabajo se corre cierto riesgo de desapego corporativo y es clave que el empleado se identifique comparta los mismos intereses que su empresa. Potenciar la marca de la compañía: Estar involucrado en los objetivos estratégicos de negocio, así como su reflejo en los criterios de evaluación, refuerza el orgullo de pertenencia de los empleados y la cultura de empresa, lo que repercute de forma directa en la mejora de la imagen, interna y externa, de una compañía. Compromiso, formación y valoración del talento vienen a resolver la ecuación. Flexibilidad: Si una compañía precisa reorientar su negocio, ya sea por el cambiante contexto económico o por su propia evolución, los procesos de evaluación le proporcionan una mayor cobertura a sus nuevas necesidades permitiéndole redefinir los objetivos y competencias clave de sus empleados de forma ágil y con mayores garantías de éxito. Cambiar para que nada cambie suele ser una receta de éxito a largo plazo.

La evaluación del desempeño es una herramienta esencial para el desarrollo y crecimiento de los empleados y de la propia organización. Es una práctica que permite medir el desempeño de los empleados, identificar áreas de mejora, establecer metas y objetivos, y fomentar la comunicación y colaboración entre los empleados y la gerencia. La evaluación del desempeño tiene diversos beneficios para los empleados. Algunos de ellos son: Identificación de fortalezas y debilidades La evaluación del desempeño permite identificar las fortalezas y debilidades de un empleado en su trabajo. Al conocer sus áreas de mejora, el empleado puede enfocarse en desarrollar nuevas habilidades y competencias, lo que puede aumentar su productividad y rendimiento. Establecimiento de objetivos y metas La evaluación del desempeño permite establecer objetivos y metas claras para el empleado, lo que puede ayudarlo a enfocarse en alcanzar sus metas profesionales y personales. Esto puede aumentar su motivación y compromiso con su trabajo. Oportunidades de capacitación y desarrollo La evaluación del desempeño también puede brindar al empleado la oportunidad de recibir capacitación y desarrollo en áreas específicas en las que necesite mejorar. Esto puede mejorar sus habilidades y competencias, lo que a su vez puede mejorar su rendimiento y productividad en el trabajo. La evaluación del desempeño no solo beneficia a los empleados, sino que también es importante para el crecimiento y desarrollo de la organización. Algunos de los beneficios son: Identificación de talentos La evaluación del desempeño permite identificar a los empleados más talentosos y comprometidos con su trabajo. Esto puede ayudar a la organización a retener a sus mejores empleados y a promoverlos a puestos de mayor responsabilidad. Mejora de la comunicación y colaboración La evaluación del desempeño también puede mejorar la comunicación y colaboración entre los empleados y la gerencia. Al establecer objetivos y metas claras, los empleados pueden trabajar en equipo para lograrlos, lo que puede mejorar la eficiencia y la efectividad de la organización. Mejora de la productividad y el rendimiento Este tipo de herramienta puede también mejorar la productividad y el rendimiento de la organización. Al conocer las fortalezas y debilidades de los empleados, la organización puede enfocarse en desarrollar estrategias que potencien y mejoren el rendimiento de los citados empleados. Por consecuencia, aumentará su productividad y la de tu empresa.