¿Cómo podemos utilizar los objetivos SMART en educación física?

Los objetivos deben ser claros y detallados. Por ejemplo, en lugar de decir «Quiero correr más rápido», un objetivo específico sería «Quiero reducir mi tiempo de 5 km en 2 minutos en los próximos 3 meses». Cuanto más específico sea el objetivo, más fácil será concentrarse en las acciones necesarias para lograrlo. Es fundamental poder medir el progreso. Esto ayuda a mantenerse motivado y a ajustar las estrategias según sea necesario. En el ejemplo anterior, medir los tiempos de carrera cada semana permite evaluar si se están logrando avances hacia el objetivo final. Los objetivos deben ser desafiantes pero realistas. Fijarse metas imposibles puede llevar a la frustración y la pérdida de confianza. Un buen objetivo debe ser algo que requiera esfuerzo pero que sea posible de alcanzar con dedicación y trabajo. Los objetivos deben ser importantes y significativos para el deportista. Si un objetivo no tiene un impacto positivo en el desempeño o en la motivación, es menos probable que el deportista se comprometa con él a largo plazo. Establecer un marco de tiempo para alcanzar el objetivo ayuda a mantener el sentido de urgencia y enfoque. Sin un plazo, los objetivos pueden parecer infinitos y el deportista podría postergar el esfuerzo necesario. Cuando un deportista establece objetivos claros y alcanzables, está creando una hoja de ruta que guía su entrenamiento y su desempeño en competencias. Pero, además, está alimentando su motivación y manteniendo su foco en lo que realmente importa. El establecimiento de objetivos es una herramienta poderosa no solo para mejorar el rendimiento de un deportista, sino también para fortalecer su confianza y bienestar psicológico. Al seguir una metodología como SMART, los deportistas pueden crear un plan claro y efectivo que les permita mantenerse motivados, enfocados y, lo más importante, evitar la frustración que a menudo acompaña a la búsqueda de la excelencia en el deporte.

En el Alto Rendimiento, la planificación de los objetivos de los deportistas o de un equipo son una tarea prioritaria. Antes de empezar a armar nuestra planificación, necesitamos dedicarle tiempo, sentarnos, pensar y analizar, desde donde ubicaremos el punto de partida. Tendremos como referencia, nuestras últimas marcas personales, competencias anteriores, factores mentales a trabajar, preparación física específica, entre algunos factores a tener en cuenta. Esto conllevara a trazar un camino por medio de nuestros entrenamientos, para buscar cumplir nuestros objetivos. Un objetivo es algo que el deportista, desea y añora, algún dia realizar, en cambio los objetivos, son el día a día, donde nos enfocaremos, por medio de pasos planificados que tenemos que seguir y ademas medir si cumplimos con estos, para ir en busqueda de la META. ESPECIFICO: Plantearlo de una forma detallada, poniendo las sensaciones que queremos tener, de que manera queremos jugar, pueden usarse datos técnicos y tácticos que queremos desarrollar, siempre que sean lo mas acotado y puntual que podamos. MEDIBLE: Tenemos que plantear un objetivo que pueda ser medible en términos cuantitativos y cualitativos, recuerda “lo que no se puede medir, no se puede mejorar”. ALCANZABLE: Tenemos que tener en claro con que recursos contamos para que el objetivo que planteamos sea realizable y no imposible de concretar. REALISTA: La relevancia de cada objetivo, es muy importante, para poder armar una lista con los objetivos que va a estar primeros para cumplir. TEMPORAL: Los objetivos tienen que clasificarse en corto, mediano y largo plazo, para tener una visión mas clara de tu año deportivo podes trazar una linea de tiempo de tu año deportivo, donde incluirás tus objetivos, para que los tengas presente, delimitar el tiempo que nos llevara lograr cada uno de los objetivos. Dentro de los estas 5 características que tienen que tener los objetivos, debemos agregar que podemos distinguir entre 2 tipos de objetivos que se trabajan dentro del deporte, al cual es una responsabilidad de los entrenadores dar dicha diferenciación entre Objetivos de Rendimiento y objetivos de resultado. Objetivos de Rendimiento: este tipo, está enfocado a nuestro rendimiento especifico, nuestro entrenamiento, en estos objetivos tenemos el control para sacar la mejor versión posible, estos objetivos son una variable independiente, solo dependen de nosotros y derivaran a los objetivos de resultado que son una variable dependiente de estos. Objetivos de Resultado: esta referidos específicamente a la competencia, no siempre podemos controlarlos, este tipo de objetivo es dependiente, dependen de los objetivos de rendimientos si se realizaron, y de factores externos a nosotros que no podemos controlar como el rendimiento de nuestros rivales.

La idea es que establecer estos objetivos te ayuden a planificar semanalmente tus tareas y consecuentemente a alcanzarlos. La metodología SMART nos dice que cualquier objetivo que nos propongamos debe cumplir estas cinco normas: S (specific): cualquier objetivo que te marques ha de ser específico. Han de ser objetivos aún más específicos tipo “completar los dos primeros ejercicios escribiendo las dos horas”. M (measurable): han de ser medibles y cuantificables. “Llevar 40 temas en buenas condiciones” te puede ayudar a la hora de establecer las tareas semanales que necesitas completar. R (realistic): este punto es muy importante y te ayudará a evitar la frustración. Ha de ser realista. Si es tu primer enfrentamiento ante la oposición docente, por cómo está construido el propio sistema, es muy difícil optar a plaza, pero sí puedes optar a “aprobar el primer examen”, “entrar en bolsa de interinos con más de x puntos”, o más a largo plazo “machacar el temario para las próximas”. T (timeline): tus objetivos han de tener una medida en el tiempo. “Completar mi baremo de cursos antes de Navidad” podría ser un ejemplo. La persona que te ayude en la preparación, preparador o academia establecerá una planificación que hace esto por ti, pero que tú deberás cumplir. Esta forma de establecer objetivos y tareas va hacia un gran objetivo a largo plazo: obtener tu plaza.

Use objetivos "SMART" para su rutina de ejercicio. Se trata de un acrónimo creado con las iniciales de las características que deben tener sus objetivos: específicos, medibles, alcanzables, realistas y oportunos. Por ejemplo, en lugar de “Quiero perder 50 libras”, pruebe con “Quiero perder una libra por semana durante los próximos tres meses al consumir menos carbohidratos y más proteína, y caminar durante 20 minutos en la caminadora todos los días”.

Fijarse objetivos realistas es esencial para conseguir buenos resultados tanto en el ámbito deportivo como en cualquier otro, porque entre muchas otras cosas, te ofrece un propósito por el que esforzarte y te ayuda a mantener la motivación y la concentración en tus entrenamientos. Los objetivos también son una herramienta muy útil para llevar un seguimiento de los progresos y adaptar los entrenamientos siempre que sea necesario. Establecer un calendario con plazos de tiempo también te permite reevaluar tu objetivo en función de los progresos. Por ejemplo, si no estás cumpliendo los pequeños objetivos que te habías fijado inicialmente, puedes hacer una reestructuración del plan y adaptarlo a la situación actual para no desesperarte y perder la motivación. Uno de los factores que más contribuyen para conseguir buenos resultados a largo plazo es fijarse unos objetivos bien definidos. Implementar el método SMART puede ayudarte a fijarte objetivos específicos y con plazos de tiempo realistas que te permitan progresar de forma gradual, reestructurando el plan siempre que sea necesario. Puedes proponerte correr 10 km en seis meses y, seis meses después, una media maratón. Es mucho más realista, sin dejar de ser un reto.

Establecer objetivos SMART para la actividad física implica crear objetivos que sean específicos, definiendo claramente lo que el estudiantado quiere lograr en su viaje de mejora de la condición física. Estos objetivos también deben ser medibles, permitiéndoles monitorizar su progreso y mantenerse motivados al ver resultados tangibles. Asegúrate de que los objetivos sean alcanzables y relevantes para sus metas generales de acondicionamiento físico, haciéndolos realistas y significativos. Por último, establecer un aspecto temporal añade un sentido de urgencia, ayudándoles a mantenerse enfocados y comprometidos con su rutina de actividad física. Este método les permite crear un plan estructurado, aumentando la probabilidad de alcanzar y superar sus aspiraciones de acondicionamiento físico.

Los objetivos son una parte importante en todos los aspectos de la vida. Cuando hablamos de deportes, es difícil medir y controlar el progreso si no se han establecido objetivos precisos y, por lo tanto, no puedes estar seguro de si realmente estás avanzando o si el entrenamiento es efectivo. Si deseas tener éxito en los deportes, debes establecer objetivos SMART: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Vamos a ver cada uno de ellos y a hablar de lo que realmente significa establecer objetivos SMART: S - Specific (Específico) Intenta ser lo más específico posible haciéndote preguntas como: ¿Qué es lo que realmente quiero conseguir? Incluir cifras en tu objetivo es también una buena manera de hacerlo más específico. Por ejemplo: quiero realizar 10 Strict Pullups en 15 semanas. M - Measurable (Medible) Medible está relacionado con los criterios en los que basas tu logro, es tener pruebas concretas de que lo has alcanzado. Dividir tu objetivo en pasos medibles hace que sea más claro y más fácil alcanzar el resultado deseado. A - Attainable (Alcanzable) Al establecer tu objetivo, considera el esfuerzo, el tiempo, el coste y la importancia que tiene en comparación con otras prioridades en tu vida. T - Time-based (Temporal) Los plazos estimulan la acción. Así que crea una línea de tiempo y fija plazos realistas y alcanzables. Esto te creará la sensación de urgencia necesaria para realizar el trabajo cuando sea necesario. Establece metas a corto, medio y largo plazo y divídelas en etapas que puedas completar.