Existen ejercicios específicos que ayudan a fortalecer tus articulaciones y sus estructuras de soporte, como ligamentos, tendones y cartílago.
Los ejercicios de bajo impacto son perfectos para cuidar las articulaciones sin someterlas a una carga excesiva.
Entre ellos destacan:
Natación: El agua elimina el impacto en las articulaciones mientras permite trabajar la resistencia y fortalecer la musculatura de todo el cuerpo.
Ciclismo: Ayuda a fortalecer las articulaciones de las rodillas y tobillos sin la tensión de actividades como correr.
Caminata: Caminar es una actividad de bajo impacto ideal para mantener la salud de las articulaciones y mejorar la circulación.
Rotaciones de Tobillo y Cadera: Las rotaciones en ambos sentidos mejoran la movilidad de las articulaciones y previenen la rigidez, un factor importante para quienes pasan mucho tiempo sentados.
Movilidad de Hombros: Levantar los brazos en un movimiento circular ayuda a conservar la movilidad del hombro.
Estiramiento de Rodillas y Caderas: Sentarse y estirar una pierna hacia adelante y luego otra, mejora la movilidad de rodillas y caderas, evitando que se tornen rígidas o dolorosas.
Sentadillas con Peso Corporal: Las sentadillas son excelentes para fortalecer las rodillas y caderas, al mismo tiempo que mejoran el equilibrio.
Elevaciones de Talones: Para mejorar la fuerza en tobillos y pantorrillas, ponte de pie y eleva los talones.
Puentes de Cadera: Acostado boca arriba, eleva la cadera hacia el techo y mantén la posición durante unos segundos.
Equilibrio sobre una pierna: Sencillo y efectivo, consiste en pararse sobre una pierna durante 30 segundos.
Balance con Bosu o Superficie Inestable: Utilizar una superficie ligeramente inestable mejora la estabilidad de los músculos y ligamentos alrededor de las articulaciones.
Desplazamientos Laterales: Este ejercicio mejora la estabilidad en las caderas y las rodillas, pues requiere control y equilibrio.