La cocina comunitaria del Gòtic sirve de punto de encuentro para mujeres del barrio, que comparten conocimientos, recetas y experiencias y fortalecen vínculos en el vecindario.
Es la cocina del Centro Cívico Pati Llimona la que sirve de escenario a unas dieciocho mujeres del barrio para dedicar la mañana y el mediodía a compartir espacio, experiencias, recetas de cocina y mucho más.
La técnica de la Dirección de Servicios a las Personas y al Territorio del Distrito de Ciutat Vella, Helena Ylla-Català, lo define como un lugar donde “promover la participación comunitaria de vecinas del barrio”.
“La cocina es la excusa; lo que se pretende es fortalecer las redes del barrio con un proyecto interseccional”, defiende.
Hemos trabajado mucho el tema de la alimentación sostenible y saludable y también los métodos de conservación.
Hacen el desayuno, preparan la comida, charlan y conocen mejor a otras vecinas.
Las usuarias son las protagonistas centrales de la cocina comunitaria.
“Y, además, he aprendido a cocinar un cuscús y una musaka buenísimos”, remata Bonaire.