Las personas con discapacidad pueden abrir las puertas de manera automática gracias a sensores de aproximación y sistemas de detección de movimiento. Las puertas correderas estándar y telescópicas son ejemplos de puertas automáticas para personas con discapacidad que permiten un tránsito fluido sin necesidad de detenerse para empujar la manilla. Estas puertas pueden tener apertura central o lateral, según la instalación decidida por el diseñador o la empresa. La anchura y las dimensiones de las hojas se pueden adaptar a las necesidades del edificio o del arquitecto que desarrolle el proyecto. Además, las puertas del baño para personas con discapacidad también pueden ser automáticas, especialmente en viviendas con sistema domótico, donde el arquitecto puede valorar la inclusión de puertas automáticas en los baños. La instalación de estas puertas requiere una buena elección que aporte las mejores medidas de seguridad y la más óptima atención al cliente. Las puertas automáticas para personas con discapacidad pueden tener diferentes características, como la anchura, la disposición y el material de los accesos, que son clave para su diseño. La clave de este diseño de producto está en las medidas como la anchura, la disposición y el material de los accesos.