La arquitectura universal es un enfoque de diseño que garantiza que los edificios y espacios públicos sean accesibles y utilizables para todos los usuarios, independientemente de sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas.
Esto se logra mediante la eliminación de las barreras que pueden impedir la participación de las personas con discapacidad.
Las barreras en la arquitectura universal pueden ser de naturaleza física, sensorial o cognitiva.
Las barreras físicas son las más comunes y pueden incluir cosas como rampas y ascensores inadecuados, puertas estrechas o de difícil apertura, escaleras sin pasamanos, superficies irregulares o resbaladizas e iluminación insuficiente.
Las barreras sensoriales pueden dificultar la navegación o la comprensión del entorno y pueden incluir cosas como señalización poco visible o confusa, ruido excesivo, vibraciones e iluminación deslumbrante.
La arquitectura universal es importante porque permite que todos los ciudadanos participen plenamente en la sociedad.
Al eliminar las barreras, podemos crear un mundo más accesible e inclusivo para todos.