El mobiliario urbano se clasifica según distintos criterios, como su funcionalidad, ubicación, diseño o nivel de interacción con las personas y el entorno. La clasificación por función es la forma más extendida, donde cada tipo de mobiliario cumple una función específica dentro del espacio público, como mobiliario de descanso, protección y seguridad, limpieza y salubridad, iluminación y señalización, lúdico y deportivo, para el transporte y la movilidad, comercial y de servicios, y ornamental y cultural. También se puede clasificar por ubicación, como mobiliario de calle, parques y jardines, transporte, playas o paseos marítimos, y zonas comerciales. La clasificación por diseño y estética incluye mobiliario estándar, personalizado o temático, modular, e inteligente. Además, se puede clasificar por material, como madera, metal, hormigón, plástico o reciclado, y mixto. Por último, la clasificación por nivel de innovación o tecnología distingue entre mobiliario urbano tradicional y interactivo o digital. Esta clasificación es fundamental para organizar, mantener y desarrollar el entorno urbano de manera ordenada, inclusiva y sostenible, y contribuye a la identidad cultural, sostenibilidad y eficiencia de las ciudades modernas. La clasificación del mobiliario urbano varía según el enfoque que se adopte, ya sea funcional, estético, material, ubicación o tecnológico.