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¿Cómo se fortalece el equilibrio?

Dario Miguel
Dario Miguel
2025-06-12 20:39:33
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Es necesario mejorar la función de estos tres sistemas a través de ejercicios vestibulares pautados diariamente en un período de dos meses. Para mejorar los problemas de equilibrio, podemos realizar una serie de ejercicios llamados vestibulares. En este sentido, el doctor nos propone una rutina diaria que es idónea para adultos más mayores: Camina sobre los talones. Posa los pies en el suelo y levanta los dedos, apoyándote sobre los talones. De esta forma realiza una caminata, evitando trabar las rodillas y situando la mirada al frente. Cada 10 pasos, cambia el rumbo. Balancéate sobre una pierna. Colócate en una postura recta y flexiona una rodilla para que una de las piernas quede levantada unos centímetros. Con esa postura realiza el balanceo sobre la pierna apoyada durante 10 segundos. Después, repite el ejercicio con la otra pierna. Balancéate de lado a lado. Coloca los pies separados y realiza movimientos de balanceo. Primero, de un lado a otro; después, delante detrás, y termina haciendo círculos. Pon a prueba el equilibrio. Junta los pies y aguanta 20 segundos con los ojos abiertos. A continuación, cierra los ojos y permanece en la misma postura otros 20 segundos. Anda de puntillas. Abre los ojos de nuevo y camina sobre las puntas de los pies hacia delante, y después haz lo mismo hacia atrás. Cuando este ejercicio resulte fácil, puedes añadir el mismo ejercicio pero con los ojos cerrados. Siéntate en una silla y levántate. Por último, coloca una pelota en el suelo, cerca de una silla. El ejercicio consiste en sentarse en la silla, agacharse para recoger la pelota y levantarse de nuevo. Repítelo 10 veces. Este tipo de rehabilitación requiere constancia, y es posible que, de manera puntual, empeoren los síntomas debido a que el sistema vestibular está trabajando para adaptarse, y, por ello, es esencial seguir las indicaciones del fisioterapeuta.
Aitor Díez
Aitor Díez
2025-06-12 20:14:11
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La clave está en mantenerte alerta, ajustar la forma de caminar y conseguir el equipo adecuado con antelación. Práctica. Camina por tu jardín, por la hierba, por mantillos y superficies rocosas. Fortalece la parte inferior del cuerpo. Las sentadillas sencillas y las elevaciones de talones se centran en las piernas, los glúteos y el torso. Las rutinas sencillas de entrenamiento del equilibrio también pueden ayudar. En superficies irregulares, se usan los sistemas sensoriales y motores, la cognición y la visión en mayor medida que al caminar sobre una superficie plana. Cuanto más usas esos sistemas, más los conservas a medida que envejeces. Con cada paso que das, los nervios sensoriales de todo el cuerpo transmiten mensajes al cerebro, lo que provoca cambios en la postura y el patrón de marcha para adaptarse a las variaciones del terreno. Intenta desacelerar el paso, flexionar ligeramente las rodillas, trabajar el torso, dar pasos más cortos y levantar los pies. Los bastones pueden ayudarte a mantener el equilibrio y a sentirte más estable al ampliar tu base de apoyo. Hazlo con calma, comienza con salidas cortas por senderos en buen estado y aumenta gradualmente la duración y la dificultad del terreno.