Para diseñar una app para personas mayores, debemos tener en cuenta que, a medida que envejecemos, vivimos cambios cognitivos y físicos inevitables, y hay personas mayores que no están familiarizadas con la tecnología o los dispositivos móviles.
Entonces, se debe comenzar a incluir en el target los ciudadanos seniors con un diseño inclusivo, accesible y una buena implementación.
Debemos tener en cuenta que cuatro funciones se ven alteradas en el contexto del diseño de una interfaz de usuario para personas seniors: La agudeza visual, la sensibilidad al contraste, la percepción del color y el campo visual.
También se producen reducciones en relación a la coordinación mano-ojo, tiempos de respuesta más lentos, menos control de velocidad, dirección y fuerza, menor sensibilidad táctil, mayor rigidez y movimientos más involuntarios.
En general, a nivel cognitivo se aprecian una serie de características asociadas al envejecimiento: Disminución de la actividad psicomotriz, disminución de la velocidad del procesamiento de la información, dificultad para solucionar problemas abstractos o complejos y disminución de la memoria a corto plazo.
Se pueden seguir diez consejos para hacer un diseño de apps para personas mayores: Reducir los campos de texto, evitar double-tap, drag, pinch y pres, reducir los niveles de profundidad y evitar ventanas emergentes o desplegables.
Se debe utilizar colores de forma accesibles y prestar atención a la relación brillo y contraste, además de preguntar al inicio de la app qué tamaño de fuente es la más adecuada para el usuario.