La luz cálida el mejor modo de lograrlo: estas son capaces de transmitir una sensación de paz, como la vinculada a la espiritualidad, además de calma, frescura y fuerza.
El blanco cálido y en ocasiones la luz azul, por su parte, transmite frescura y tranquilidad, en tanto que la verde es sinónimo de armonía.
Como el disponer de luces cálidas es una prioridad en este caso, se buscarán soluciones relacionadas estrechamente con este color.
Entre los beneficios de la luz de este color, se incluyen estos efectos.
Estimula en las personas la producción de melatonina, hormona que se produce en el cerebro y que regula el sueño.
Mayor profundidad al ambiente y énfasis a los detalles de la estancia.
En esta apuesta se puede utilizar la luz natural si está disponible.
Y complementarla con otras fuentes lumínicas de carácter secundario.
Los LED son una excelente opción, dada su versatilidad; solo hay que incorporarlos a la estancia elegida.
Como podemos ver, este color promete convertirse en el mejor aliado de aquellos que buscan entornos tranquilos y calmados.