Existe ciertas normas que ayudan a armonizar los colores y básicamente podemos reducir las armonías equilibradas en los siguientes tipos: Armonía de colores afines o análogos.
Una de las formas más frecuente de combinar colores es usando aquellos que son cercanos en el círculo cromático o a un color principal.
Este tipo de armonías se conoce como armonía de colores afines o armonía de colores análogos.
Armonía de colores complementarios.
Los colores complementarios crean una combinación contrastada.
Recordemos que dos colores son complementarios cuando son opuestos en el círculo cromático.
Armonía monocromática.
En las armonías monocromáticas toda la paleta deriva de un tono de color del cual se usan distintas variaciones de saturación y luminosidad.
Armonía de complementarios adyacentes.
En este caso, partiendo de un color principal, tomamos dos tonalidades adyacentes a su complementario.
Tríada de colores
En la triada de colores se usan 3 colores equidistantes en en círculo cromático.
Armonía tetraédrica.
Esta armonía sigue el concepto de la triada de color, pero usando 4 colores.