:

Colores contrastantes sostenibles

Guillem Prado
Guillem Prado
2025-10-31 07:13:03
Respuestas : 3
0
Se trata del contraste más sencillo de todos y para representarlo hacen falta, al menos, tres colores puros netamente diferenciados. La triada amarillo-rojo-azul, constituye la expresión más fuerte de este tipo de contraste, fuerza que va rebajándose conforme nos alejamos de los colores primarios. El efecto que se deduce es siempre multicolor, franco, potente y neto. Contraste claro-oscuroEste tipo de contraste surge cuando diferentes gradaciones de un mismo color se relacionan entre sí y donde lo importante es que la concordancia de tonos provoque la sensibilidad de los grados de claro-oscuro y de sus contrastes. En esta oposición entre lo claro y lo oscuro, entre la luz y las tinieblas, el blanco y el negro representan la más fuerte oposición entre colores. Contraste de los complementariosSon complementarios dos colores cuya mezcla origina un gris negro neutro. El acercamiento de los colores complementarios aviva su luminosidad, pero al mezclarse se destruyen como el agua y el fuego. En el círculo cromático son los colores diametralmente opuestos. Utilizados en las proporciones requeridas, los colores complementarios engendran un efecto estático y sólido donde cada uno conserva su luminosidad sin modificaciones. Contraste simultáneoEl contraste simultáneo es el fenómeno según el cual nuestro ojo, para un color dado, exige simultáneamente el color complementario y, si no se le es dado, lo produce él mismo. Si sobre un cuadro de color puro situamos un pequeño cuadro gris en el mismo grado de claridad, el espectador tendrá la sensación de observar esa mancha grisácea en el color complementario al color de base. Contraste cualitativoLa noción cualitativa del color se fundamenta en el grado de pureza o saturación. El contraste cualitativo resulta de la oposición entre un color saturado y luminoso y otro color apagado y sin resplandor. Contraste cuantitativoFinalmente, el contraste cuantitativo afecta a las relaciones de tamaño de dos o de tres colores. Es el contraste de lo mucho-poco, de lo grande-pequeño. Para lograr una relación equilibrada entre colores, debemos tener en cuenta que el tamaño de la mancha debe ser inversamente proporcional a la luminosidad del color. Así, el amarillo, el color más luminoso, deberá ocupar la mancha más pequeña mientras que el violado, el color más oscuro, formará una mancha más grande en la composición.