VIAS ENERGETICAS

20.11.2013 13:28

Entre un 60 y un 70% de la energia corporal humana es degradada en forma de calor. El resto es utilizado para realizar trabajos mecánicos y actividades celulares. Nuestra energía es obtenida de proteínas, carbohidratos, o grasas. Esta energía derivada de los alimentos es almacenada de diferentes formas en el organismo para facilitar la formación de ATP, que es la molécula a partir de la cual podemos obtener energía para las diversas funciones metabólicas, y para la contracción muscular.

Cuatro ‘grifos’ para tus músculos

La fosfocreatina es la fuente energética más rápida, que permite las máximas intensidades (95-100%) pero apenas te sirve para los primeros 20 segundos.

 

Puedes usar hidratos de carbono de forma anaeróbica, sin oxígeno, en esfuerzos muy intensos (80-95%) de corta duración, (30” a 2’), que generan gran cantidad de lactato.

 

Aeróbicamente puedes utilizar también hidratos de carbono, siendo una fuente de energía ideal para esfuerzos de larga duración (desde 2’ en adelante), con intensidades entre el 50 y el 85% de tu máxima capacidad. 

Si el esfuerzo se prolonga aún más (desde 45’ hasta varios días), o la intensidad es baja (del 40 al 70%), la grasa será el combustible ideal.

 

Estas fuentes de energía se solapan en su uso, no son excluyentes, arrancas con fosfocreatina, te estabilizas aeróbicamente usando hidratos de carbono (glucógeno muscular y hepático), si hay algún cambio fuerte “tiras” de metabolismo anaeróbico y consumes grasa a la vez que hidratos de carbono en esfuerzos largos.

 

 

Sistema de los fosfágenos (anaeróbica aláctica)

 

Es el sistema de aporte energético más inmediato cuando se inicia una actividad fisica. Se obtiene energía sin necesidad de oxígeno, y sin producir sustancias residuales. Permite la máxima intensidad (95-100%), pero apenas dura 6 segundos, ya que los depósitos de fosfocreatina son limitados.

 

Sistema glucolítico anaeróbico (anaeróbica láctica)

 

Este vía utiliza el glucógeno almacenado en los músculos y en el hígado, y la glucosa sanguínea, que están disponibles en el cuerpo, en reservas limitadas. La cantidad de glucógeno almacenado en el cuerpo puede aumentarse mediante el entrenamiento y la ingesta de dietas ricas en carbohidratos. La utilización de ésta vía, conlleva la formación de ácido láctico, el cual permite que los procesos generadores de energía no se detengan y que se pueda realizar ejercicio de elevada intensidad durante un tiempo más prolongado. Sin embargo, llega un momento en que la concentracion muscular de ácido láctico es tan elevada que dificulta el proceso de la contracción muscular, lo que obliga a disminuir la intensidad del ejercicio.

 

El sistema oxidativo (aeróbico)

 

Es la vía de aporte energético unica, para ejercicios que superen los 3 minutos de duración. Este sistema obtiene energía a través de la degradación de glucosa (intensidades entre 50-85%) o ácidos grasos (a partir de los 45 minutos de actividad, con intensidades entre 40-70%), ambos, en presencia de oxígeno. Para mejorar la vía oxidativa, hay que fortalecer el sistema cardiovascular.