El origen del slackline es atribuido a un par de escaladores del Valle de Yosemite, en California, a principios de los años 1980. Adán Grosowsky y Jeff Ellington comenzaron a andar por cadenas flojas y cables cercanos a los aparcamientos como forma de entretenimiento. Con el tiempo empezaron a utilizar su propio material de escalada para andar sobre él. El deporte floreció desde allí entre los escaladores del valle, y posteriormente se expandió a todo el mundo.
Lo mejor del slackline es que si bien es un entretenimiento en sí mismo y un deporte de equilibrio es un ejercicio ideal complementario a otros deportes, incluido el trail running.
Beneficios del slackline
Mejora la propiocepción
Mejora el equilibrio
Mejora la habilidad para enfocarse y la concentración
Fortalece la musculatura de las piernas y de los pies
Fortalece el Core