Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y discapacidad en la mayoría de países, superando las cifras de enfermedades como el cáncer y el SIDA.
Se le llaman enfermedades cardiovasculares a todas las enfermedades relacionadas con el corazón, las arterias y las venas, es decir, al sistema cardiovascular.
Existen algunos factores en los cuales no podemos incidir, como la edad, el sexo, la herencia genética o la diabetes, pero hay otros ante los que podemos actuar en consecuencia.
Práctica de ejercicio físico.
Con esta, nuestro sistema cardiorrespiratorio funciona mejor y de este modo se reduce el riesgo de tener un infarto de miocardio y angina de pecho.
Reducción del estrés.
Para ello debemos practicar actividades placenteras ya que el estrés puede influir en la salud de nuestro corazón.
Dieta sana y equilibrada.
Si mantenemos una dieta equilibrada, como es la dieta mediterránea, mejoramos en factores de riego como son el colesterol, la hipertensión y el sobrepeso.
Tabaco.
Sin fumar reducimos el riesgo de trombosis y obstrucción de arterias.
Consumo de alcohol
un consumo excesivo de alcohol aumenta las probabilidades de tener una enfermedad cardiovascular.
Colesterol.
Si tenemos exceso de colesterol, este se acumula en las arterias y puede generar obstrucciones contribuyendo de forma notable al proceso de arterioesclerosis.
Tensión arterial.
Con una presión arterial es de 140/90 mmHg consideraremos que tenemos hipertensión. Si esta perdura en el tiempo se puede relacionar con el infarto de miocardio y la insuficiencia cardíaca.
Mantener un % graso correcto.
El sobrepeso y la obesidad agravan los problemas cardíacos ya que hacemos que el corazón tenga que realizar sobreesfuerzos
Diabetes.
Un nivel alto de glucosa que perdure durante un tiempo prolongado produce un deterioro de las arterias y esto afecta a corazón, cerebro, riñones y ojos.
Existen algun alimento que tambien te pueden ayudar a reducir el riesgo.
Salmon, aceite de oliva, nueces, bayas, avena, soja, chocolate negro, tomate.